DOMINGO XIV DEL T.O.
CICLO A
09.07.2017
LA FE EN UN DIOS
HUMILDE. Y EL SEGUIMIENTO QUE LE DEBEMOS.
LAS SEMANAS PASADAS VEÍAMOS LA TEMÁTICA DE LA FE, Y LOS MIEDOS
QUE PUEDEN ATENAZARLA; TAMBIÉN CÓMO ESA FE SIN MIEDO DEBE CONCRETARSE Y
MANIFESTARSE EN LA ENTREGA, EN EL AMOR, EN LA CERCANÍA A LOS HOMBRES. EN AYUDAR
Y PROMOCIONAR.
HOY LA PALABRA DE DIOS NOS INVITA A SEGUIR ADELANTE. A CONSIDERAR
MÁS DE CERCA QUIÉN ESE DIOS AL CUAL AMAMOS Y SEGUIMOS. UN TODOPODEROSO HUMILDE. UN OMNIPOTENTE
SERVICIAL. CREER EN EL SIGNIFICA SALVARNOS Y SER FELICES. Y NO SÓLO HACE MIL
QUINIENTOS AÑOS SINO SIEMPRE. SU EJEMPLO Y SU MODELO TIENE UN VALOR
IMPERECEDERO Y PLENAMENTE DICHOSO.
HE AQUÍ QUE LLEGA TU REY: VICTORIOSO
Y HUMILDE.
¡Alégrate hija de Sión! Canta Jerusalén. Mira a tu Rey que viene a ti.
Justo Victorioso. Modesto y humilde. Cabalgando en un asno. (Zacarías 9)
Las inolvidables palabras de Zacarías alegran
hondamente el corazón de los cristianos. ¡Somos la Nueva Sión que se alegra por
ese Rey que viene! ¡Cuántos sentimientos nos embargan al verle! Porque
protagoniza una entrada paradójica. El Rey victorioso, llega modesto y humilde.
Es una imagen muy distinta a lo que acostumbramos a ver. Las victorias son más bien ocasión
para el engreimiento, para la humillación de aquel a quien se ha vencido.¡Incluso
en temas deportivos, que no dejan de ser pequeños y sin importancia! Mucho más
en el terreno militar o político. Las victorias
se celebran con alardes de potencia, de exhibición de fuerza. Hay
magníficos desfiles del ejército vencedor, y por supuesto, de su Comandante en
Jefe. Y a su paso se entonan los motivos de la victoria, y los cantos de los
miles de enemigos masacrados y vencidos.
¿Qué canto dedicaremos a nuestro Rey? ¡Hosanna, Amigo Nuestro, Hermano Divino que
te has hecho pequeño para elevarnos! Te
dedicamos el más bello canto, que tú nos enseñaste: Nuestro Canto de Victoria
Para Ti son las Bienaventuranzas:
Bienaventurado
nuestro Rey, el Rey de los Pobres, de quien es el Reino de Los Cielos.
Bienaventurado
eres Rey Nuestro, Rey de los Mansos que posees con ellos la Tierra.
Bienaventurado
eres Rey Nuestro, Rey de los Humillados y Ofendidos, porque tú y ellos recibís
consuelo
HOSANNA A TI Y
A NOSOTROS TU PUEBLO AMADO
Bienaventurado
Nuestro Rey que tienes Hambre Y Sed de Justicia, porque has recibido la justa
saciedad, junto a los tuyos.
Bienaventurado
eres Rey Misericordioso, porque das y difundes misericordia
HOSANNA A TI Y
A NOSOTROS TU PUEBLO AMADO
Bienaventurado
Rey Limpio de Corazón, que ves y haces ver a Dios
Bienaventurado
Tú, Rey de la Paz, que con toda justicia te llamas Hijo de Dios y nos haces
llamar Hijos de Dios.
Bienaventurado
Eres Rey Perseguido por Ser Bueno, porque das el Reino de Dios que te pertenece
HOSANNA A TI Y
A NOSOTROS TU PUEBLO AMADO
……………………………………….
ALEGRATE SION POR LA OBRA DE TU REY. E IMITALA
Sion, ¡qué extraña es la victoria de tu
Rey! ¿En qué ha consistido? …..
¡En destruir
las armas de guerra!
¿Hemos quedado, entonces, desarmados? ¿Qué victoria es
esa? LA VERDADERA VICTORIA. LA QUE GESTA Y ALUMBRA LA PAZ VERDADERA. LAS NACIONES SE AMAN A SI MISMAS Y POR ESO
SURGEN LAS GUERRAS. PERO EL MUNDO ESPERA LA VICTORIA DE UNA NACIÓN QUE AME A
DIOS Y NO A SÍ MISMA. (Rabindranath Tagore) Esa nación pacífica es la Nueva Sión, la
Iglesia, destinada a ser amadapor todas, y que traerá la única paz verdadera: la paz que brota del
amor.
El propio texto que hemos escuchado en primer lugar da
pie a esa hermosa interpretación universalista. El pasaje pertenece a los
capítulos 9-10, del Profeta Zacarías que cantan la Nueva Era Mesiánica que está
llegando. Hay una comunicación salvífica para los enemigos y alejados,
simbolizados en las antiguas hostiles ciudades filisteas de Ascalón, Ecrón y Asdod. El Dios Salvador se dirige a ellas con
benevolencia y misericordia, con un cuidado purificador: quitaré de sus dientes la
sangre, de su boca las comidas prohibidas… A la vez, se presenta como amigo y redentor,
sacándolas de sus errores religiosos: desaparecerán
sus ídolos que dan consuelos ilusorios y serán llamados a Mí.
Nosotros podemos cumplir hoy, y para todos, la bella
tarea de la paz. Aquí y ahora. Nuestro Rey nos enseñó a cambiar las lanzas por
arados, las espadas por podaderas. Incluso podemos ir más allá:
Señor, nosotros seguimos tu ejemplo. Y
queremos hacer de todos los instrumentos y medios de la técnica, dispositivos del amor de Dios para los
hombres, utensilios de la caridad.
Queremos hacer de los medios, que crean la ciencia y la técnica, vehículos de
la Ternura de Dios. De su ternura para con sus hijos. Dar a tantos medios e
instrumentos que existen, una bellísima finalidad de amor y bien, que confiesen
a cada instante el amor que el Padre Bueno tiene por sus hijos.
ALEGRATE SION. TU REY TE CANTA Y SE ALEGRA POR TI.
Vamos a dar a la palabra a Lucas, que expresa más
bellamente que el sobrio relato de Mateo, las palabras de nuestro Rey:
En aquel
momento, lleno de gozo, bajo la acción del Espíritu Santo, Jesús dijo: “Yo te
alabo, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque has ocultado estas cosas a
los hombres sabios y a los entendidos y se las has manifestado a los humildes y
pequeños”
Nuestro Rey se une a nosotros, canta para nosotros,
canta con nosotros. Está festiva y gozosamente celebrando su amor con nosotros
y para nosotros. Canta su alabanza hacia
sus amigos y hermanos:
Sois mis
amigos y colaboradores. Los borriquitos, amigos y sabios que humildemente me transportáis,
y seguís la Buena Nueva. La imagen del
asnito sin silla os simboliza a vosotros, los que venís de la gentilidad. La
imagen del asno con silla os simboliza a vosotros, los que transportáis Trono de Dios, el Trono de la Ley Mosaica (San Justino) Me habéis conocido y servido. Y merecéis un
lugar en mi Reino.
Has revelado,
Padre, estas cosas a los pequeños y sencillos porque así te ha parecido mejor. Así ha cantado
el Señor. Es verdad: hemos escuchado y
seguido a ese Dios cercano y bueno. Y aceptado sus planes, su oferta grande y
humilde de salvación. No hemos repudiado a un Dios de misericordia, a este Dios
cercano. No nos rebelamos contra Él, ni emprendemos discusiones, sino que
aceptamos su oferta, su gracia, su camino, a, su gloria. Reconocemos voluntariamente que
Dios no nos ha hecho para la discusión, sino servidores de su gloria (Comentario
anónimo del Evangelio de Mateo).
Los siervos humildes de Dios. Formamos un pueblo de
llamados. La Nueva Sión que se ha alegrado por el Rey humilde que ha
venido. Una Nueva Sión, un pueblo, que
es pequeño en malicia y maldad, sencillo para la obediencia. En nosotros
encuentran eco las palabras de Dios, su voluntad.
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