LA ALIANZA

  1. El hecho de la Alianza
  2. Alianzas premosaicas. Alianza mosaica. La alianza davídica
  3. Textos de alianza y tratados de vasallaje
  4. Sentido y evolución del concepto teológico de Alianza en los libros históricos
2.1.EL HECHO DE LA ALIANZA

2.1.1: Berit
El concepto de berit es profano. La palabra indica que alguien toma un compromiso solemne; sobretodo se refiere a la superación de un estado de hostilidad y de división mediante un acto de pacificación y reconciliación, o diversas formas de unión en cierto modo “fraternal”. Hoy, para nuestra mentalidad es difícil entender la idea que Dios haga una Alianza con el hombre
Aún así la Biblia presenta una compleja tipología de alianza, y tanta variedad de formas y de tipos hace difícil una definición que las abarque a todas. La Alianza es un estado o situación de unión entre dos o más partes, sin que sea necesario una expresión verbal.
En la Biblia expresa la relación que se estableció entre Yahvé y su pueblo:
Auto compromiso: Berit equivale a promesa.
Imposición de una obligación: Correspondería al Decálogo. Dios, al librar a su pueblo de los egipcios, se lo apropia.
Compromiso bilateral: El compromiso mutuo es posible porque Yahvé eleva a su pueblo. La berit es vista como matrimonio, como compromiso libre y amoroso.
La conclusión de una alianza es un pacto religioso que comprende ciertos ritos. Ejemplos de ellos son el rito de la comida o el de darse la mano. Un rito diferente es el de la sangre, que es el alma, que se derrama sobre el altar (que representa a Yahvé) y sobre el pueblo (ambos contrayentes) formando así una sola y única alma.
2.1.2. Las tradiciones y la alianza
En este trabajo tan sólo nos ocuparemos del ámbito teológico en que se utiliza el término concepto de “alianza”, pero no el del ámbito de relaciones interhumanas que también se define en el AT como “alianza” en muchas ocasiones.
Yahvista: Sólo Dios actúa. Se considera la alianza como un estado de protección unilateral.
Elohísta: La decisión personal de destinatario es considerada como indispensable, y por consiguiente, entra en escena la cuestión de la fidelidad.
Deuteronomista: La palabra alianza pasa a ser un sinónimo de los mandamientos.
Sacerdotal: La alianza es un puro don salvífico de Yahvé.

2.2. ALIANZAS PREMOSAICAS. ALIANZA MOSAICA. LA ALIANZA DAVÍDICA.

2.2.1. Alianzas premosaicas
El concepto de alianza establece desde un principio la peculiaridad del conocimiento israelita de Yahvé. La conclusión de una alianza entre Yahvé e Israel se acrecienta como elemento originario, incluso en aquellas en que el término berit se ha perdido. En la época premosaica las premisas espirituales de una relación de alianza con Dios están claramente presentes. La idea sugerida por el AT de que Moisés, acogiéndose al viejo concepto de la vida profana, basó el culto a Yahvé sobre el pacto de una alianza, es el verdadero punto de partida para enjuiciar la relación de Israel con Dios.
La alianza con Noé: Dios creó el universo y a los hombres; después aniquiló a la humanidad corrompida, estableciendo una alianza con Noé. Por ella, dio a la nueva humanidad las normas para su conservación y le garantizó la estabilidad del mundo y de sus leyes .La señal del Yahvé será el arco iris. (Esta alianza es relatada en un tiempo posterior a las siguientes, Gn 9,8-17 , en la época sacerdotal, como cima de la teología del AT).
La alianza con Abraham: La promesa es triple: descendencia numerosa, nueva relación con Dios (“yo seré vuestro Dios”) y la posesión de la tierra. Es una alianza por iniciativa de Dios y se da en el marco de una teofanía (donde se la visión de unos animales partidos por la mitad y colocadas una parte frente a otra; por en medio pasa “una hornilla humeante y una llama de fuego” símbolo de Dios (Gn 15). Yahvé expulsará a los cananeos y dará su tierra a Israel. La señal de Yahvé para esta alianza es la circuncisión. Ley y gracia son dos elementos inseparables.
2.2.2. Alianza mosaica
La alianza del Sinaí está en la línea de la alianza con Abraham y se señalan algunas diferencias: Yahvé hace una promesa ante Abraham, pero éste no hace nada. A Abraham no se le impone mandamiento alguno.
El relato yahvista (Ex 24, 1 a. 9-11): (es el relato más antiguo) Moisés, Aarón, Abihú y 70 ancianos de Israel suben hacia la montaña, en la tradición bíblica, lugar de la adoración a Yahvé. Ven al Dios de Israel, comen y beben. Esta comida es el punto culminante del relato y debe ser interpretada como una comida de alianza, similar a las que sellan los pactos entre personas humanas. Dios, sin embargo, no participa en ella, pero la comida se efectúa en su presencia. El banquete es signo de amistad y de familiaridad.
El relato elohísta (Ex 24, 3-8): Moisés construye un altar al pie de la montaña y erige doce estelas. Manda que doce jóvenes ofrezcan holocaustos y sacrificios de comunión. Se vierte la mitad de la sangre sobre el altar y se echa la otra mitad en unas vasijas. Se lee al pueblo el sefer habberit (el escrito de la alianza), y él se declara dispuesto a acatarlo. Moisés, entonces, rocía al pueblo con la sangre que estaba en las vasijas. Hay elementos simbólicos: la sangre es vida; el altar es el ámbito de la presencia de Dios. La palabra va asociada indisolublemente con el rito. La misma sangre indica miembros de una misma familia, la familia de Yahvé (“ama” no significa “pueblo “sino “familia”). Este pasaje conecta directamente con el final del Decálogo (Ex 20, 17), pasando por encima del código de la Alianza.
Código de la alianza (Ex 20. 22-23, 19): Las leyes constituyen un código. Encontramos dos tipos de leyes, según su composición: apodícticas y casuísticas. Tres tipos, según su contenido: cultuales, jurídicas y éticas.
2.2.4.: El tratado de la Alianza en el Deuteronomio
2.2.4.: La Alianza davídica
Las relaciones establecidas entre Yahvé y su pueblo se van adaptando a los momentos de la historia. En la época de David se produjo en Israel un cambio político, constituyéndose en reino. La nueva relación Dios-pueblo es la alianza davídica.
En esta alianza se usa el término edut, que posee un doble significado: en paralelismo con berit, significa pacto, pero independientemente de él, es el compromiso entre David y Yahvé.
Las relaciones entre las alianzas de David y de Moisés han dado mucho que hablar. De Vaux afirma que tiene el mismo objeto: en el Sinaí, el pueblo es vasallo de Yahvé y en la de David el rey, y con él todo el pueblo, es vasallo de Dios. Por otro lado la alianza davídica quiere integrar la monarquía en la tradición de la alianza del Sinaí, una especie de legitimación.
2.3.: TEXTOS DE ALIANZA Y TRATADOS DE VASALLAJE
2.3.1.: Ex 19-24
Es una síntesis de diversas experiencias religiosas hechas por grupos y en tiempos distintos. La palabra y los gestos rituales simbólicos remiten aquí a la celebración cultual, con la que se actualiza y se vive de nuevo el vínculo estable y la relación con Dios.
Distinguimos los siguientes elementos :
El acontecimiento comienza con una preparación detallada de la teofanía que tendrá lugar el tercer día
Yahvé desciende de la montaña y promulga los diez mandamientos-
Sigue una celebración cultual en la que el pueblo se compromete a observar la voluntad de Yahvé.
Parece ser una leyenda festiva de una gran solemnidad cultual: la fiesta de la renovación de la Alianza. Por otra parte, el cap. 34 presenta la segunda promulgación de los mandamientos, cosa necesaria después de que moisés destruyera las tablas.
Von Rad dice que la unidad de los cap. 19-24 es de carácter litúrgico y apunta cuatro aspectos:
  1. a) una exposición histórica de los acontecimientos;
  2. b) la lectura de la ley;
  3. c) la promesa de la bendición;
  4. d) la ratificación de la alianza
Otros autores han propuesto una teoría diferente: un esquema similar a los tratados de vasallaje de los hititas. La estructura de estos tratados es como sigue:
  1. a) introducción;
  2. b) prólogo histórico;
  3. c) obligaciones impuestas al súbdito
  4. d) lectura pública y periódica del tratado y su observación en el templo
  5. e) los dioses como testigos del pacto
  6. f) bendiciones y maldiciones.
2.4. SENTIDO Y EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE ALIANZA EN LOS LIBROS HISTÓRICOS
2.4.1.Sentido teológico de la Alianza
Dios se da a conocer actuando en la vida y en la historia del pueblo. La alianza no es sólo exigencia, sino también promesa. En ella, las tribus encuentran el lazo de unión que contrarresta las tendencias centrífugas del egoísmo tribal y crea nuevos elementos de unidad. La fe en el Dios de la alianza guarda una íntima relación con la historia.
2.4.2. Evolución histórica del concepto
El pensamiento cananeo: Elementos que pusieron en peligro la alianza:
El acercamiento a las concepciones cananeas de la divinidad: el contacto con las divinidades cananeas convierte el contenido de la relación con la divinidad en comunicación de vida sobrehumana a sus adoradores. Se pierde el concepto de soberanía de Dios, con lo que se desfigura la idea de alianza-
Lo anterior se ve respaldado por el desarrollo exclusivista del aspecto cultual de la religión. La preponderancia de los santuarios nacionales redujeron la religión aun cumplimiento externo y supuso el olvido del aspecto ético-social.
Los reyes se erigen en soberanos en lo social y en lo religioso, convirtiendo a la Alianza en aliada de la nueva forma monárquica, con lo que convertían a Yahvé en aliado de la grandeza y del poder nacional. Se trata de una relación natural entre dos que se necesitan mutuamente.
Las tradiciones de los libros históricos:
Yahvista _v Elohísta: Tratan de retrotraer la alianza a la prehistoria del pueblo. Pretenden poner de relieve cómo en la historia de los patriarcas se encuentra ya las bases de la conciencia de elección de Israel.
Profetas clásicos: Al criticar la religión popular el concepto de alianza pasará a un segundo plano.
Deuteronomista: Tras la reforma de Josías se da un uso preferente del berit, que, aunque sigue designando la estipulación histórica de la alianza, se utiliza en buen grado en el sentido de relación incesante también puede significar las cláusulas de la alianza. En énfasis principal recae sobre el carácter normativo.
Sacerdotal: La utilización sistemática del concepto convierte al término en exclusivamente religioso. También pone de manifiesto al soberanía del aliado divino; se destaca el aspecto de omnipotencia de Dios, ya no hay relación de igual a igual. Es la única tradición que habla de la alianza anterior a Abraham, con la que está indicando que la humanidad entera está en relación de berit con Dios. En el sacerdotal, el concepto de alianza tiene una importancia central ya que en él s asume la religión entera de forma que toda su fuerza depende de la acción de Dios, que intenta comunicarse.
Los profetas a partir del s. VII
En la literatura profética, el término berit se evita normalmente, ya que podía entenderse de modo equivocado, es decir, como una garantía de estabilidad que librase de las responsabilidades y del compromiso de fidelidad y de obediencia. Los profetas desarrollan una “teología del corazón “, con la finalidad de inducir a sus oyentes aun asentimiento interior, convencido y personal, .de amar a Yhwh y de seguir sus caminos.
La idea de alianza aparece por primera vez, y bien destacada, en el profeta Oseas. Compara la relación entre Yhwh e Israel con el vínculo esponsal entre él mismo y su esposa infiel. Lo mismo que él permanece fiel, así también Dios mantiene su amor a Israel.
El matrimonio israelita era un verdadero contrato, y por eso el parangón entre alianza y matrimonio está dominado por la idea de contrato. Sin embargo, la alianza está constituida para Oseas por un “amor de alianza” (Hesed), no contradice ni es inconciliable con la naturaleza del contrato. El amor de Dios a Israel es la “razón” y el fundamento por el que Dios aguarda de Israel una respuesta de amor. En Oseas berit no tiene aún el sentido concreto de “tratado”, que adquirirá, como se ha visto, en Deuteronomio.
En Jeremías, a partir de la reforma de Josías la alianza se convierte en el centro del mensaje profético, su modo favorito de expresarlo. La mirada que tienen puesta en una nueva era y la crítica contra el orden establecido imprimirán un sello diferente al concepto de alianza y encuentran su significación más positiva en la escatología. El Deuteroisaías presenta la realidad final de los tiempos de Israel como berit. La antigua alianza queda totalmente obscurecida por la nueva y eterna alianza que Dios grabará en los corazones de los hombres. La berit se encarna en el Siervo.
Época Postexilica: Se acerca más a la deuteronomista y sacerdotal. Se ve en la alianza la relación actual entre Dios e Israel y los derechos y deberes derivados de esa relación.
CONCLUSIÓN al AT. La variedad de los tiempos y de las experiencias religiosas en el AT condujo a Israel a elaborar concepciones diferentes y variadas de la alianza. Semejante multiplicidad de alianzas tiene, de todas formas, un denominador común: la absoluta, libre y gratuita iniciativa de Dios de salvar al hombre, estableciendo con él un vínculo que implique la adhesión libre del hombre. Con su voluntad de alianza con su pueblo y con el mundo entero Dios manifiesta y quiere realizar su plan de salvación.
Así pues, la alianza es una categoría teológica vinculada a la historia de Israel. No hay una idea unitaria de la alianza, ya que la alianza no es un principio abstracto, sino más bien un instrumento hermenéutico, un esquema interpretativo de las relaciones vividas entre Dios y su pueblo dentro de la historia. La alianza significa propiamente no una idea, sino una estructura de relaciones que tiene una “historia “. Es una estructura intersubjetiva, que se cambia y se adapta según la variedad de situaciones y de sujetos humanos que se comprometen. La alianza es gracia libre y exigente de Dios, que se da al hombre.
EL NUEVO TESTAMENTO. La mención de la alianza en el NT no es frecuente.
Eucaristía y Alianza. Mientras que berit es una noción central en el A T, en el NT no se encuentra una nueva síntesis teológica sobre la base de la noción de alianza; tampoco los primeros cristianos utilizaron la categoría “alianza” para interpretar sistemáticamente la vida de la Iglesia.
La eucaristía es la alianza nueva, en cuanto que es la entrega definitiva a irrevocable de Dios en Jesucristo por nosotros. Ella nos comunica, mediante el don del Espíritu de Jesús, una autodonación tal de Jesús que nos hace capaces de vivir y de morir, tal como él vivió y murió. Por consiguiente, en la eucaristía se “cumple” de forma sublime toda la historia del Antiguo Testamento de las alianzas de Dios con su pueblo: de la eucaristía nace un pueblo nuevo, la Iglesia.
Alianza y Pablo. La diatheke irrevocable, válida para siempre y cumplida en Cristo, es el don de gracia o promesa de Dios a Abrahán. “Las alianzas” fueron un privilegio y un don de Dios a Israel), al que eran extraños los paganos. Pero la alianza establecida por Jesucristo es “nueva”, superior; las dos esposas de Abrahán son un símbolo de las dos alianzas; pero una es libre y la otra esclava. Los cristianos son hijos de la esposa libre, liberados por Cristo para alcanzar la libertad. En efecto, Jesucristo trajo la realidad de la verdadera y definitiva alianza, porque haciendo al hombre libre lo hace verdaderamente hombre, es decir, hijo de Dios.
El “favor” divino, o sea, su alianza, se nos da de forma plena y definitiva en Jesucristo y no es una alianza que presuponga la existencia del hombre, sino todo lo contrario: es ella la que constituye al hombre como “destinado” a hacerse hijo de Dios, libre. Es la “nueva alianza “, no la de la letra, sino la del Espíritu .
Carta a los Hebreos. Es el escrito del NT en el que aparece con mayor frecuencia la terminología de la alianza.
Jesús “es el mediador de una nueva alianza, a fin de que, consiguiendo con su muerte el perdón de los delitos cometidos en el tiempo de la primera alianza, aquellos que son llamados reciban la herencia eterna prometida” (9,15). La alianza de Jesús es “más excelente” que la del A T , puesto que “está fundada en promesas más ventajosas”(8,6). “Promesa”, es decir, compromiso divino libre y gratuito, se ha convertido en sinónimo de “alianza “. Efectivamente, las promesas, no ya la parte legislativa o las bendiciones-maldiciones, se ven como constitutivas de la alianza.
Así pues, el mismo Cristo es la nueva alianza, en cuanto que arrastra en su ofrenda sacrificial toda nuestra existencia y la transforma, dándonos su Espíritu para una adhesión total a Dios y una entrega sincera de amor a los hermanos.

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